En el mercado inmobiliario el “cuándo” importa tanto como el “cómo”. Aunque se puede vender en cualquier momento del año, hay meses donde las probabilidades de cerrar la operación son mucho mayores. En Madrid, la primavera y el inicio del otoño son los periodos más activos del año para vender una vivienda.
Entre marzo y junio se concentran muchas operaciones. La gente aprovecha el buen tiempo para buscar casa, mudarse antes del verano o preparar el inicio del nuevo curso. Por otro lado, septiembre y octubre también son meses fuertes: vuelven las rutinas, hay más estabilidad laboral y muchos retoman sus planes inmobiliarios tras el verano.
Agosto es, sin duda, el peor mes para vender. El calor, las vacaciones y la desconexión general hacen que tanto compradores como gestores estén menos disponibles. Diciembre tampoco es ideal, con las fiestas de por medio y el foco puesto en otros gastos. Julio también puede ser más lento si se acerca al periodo vacacional.
Un dato interesante que poca gente conoce es que los portales inmobiliarios como Idealista y Fotocasa muestran aumentos significativos en el tráfico los lunes por la mañana y los miércoles por la tarde. Publicar tu anuncio o hacer cambios relevantes en esos días y horarios puede darle mayor visibilidad.
También hay ciclos semanales: muchas visitas se agendan entre jueves y sábado, por lo que tener disponibilidad esos días puede marcar la diferencia. En Power Piso lo tenemos en cuenta al diseñar la agenda de visitas y reactivaciones de anuncios.
Por último, si decides salir al mercado en un mes "poco ideal", compénsalo con una propuesta irresistible: precio atractivo, fotos espectaculares, documentos listos y acompañamiento experto. Porque, con una buena estrategia, cualquier mes puede ser el mejor mes para vender tu casa.
En Power Piso adaptamos nuestra estrategia a la estacionalidad del mercado. Analizamos cuándo es mejor lanzar tu inmueble, cómo destacarlo y cómo atraer compradores reales en cualquier época del año.